Avasallante como cada ola de mar
fuiste adentrando
poco a poco
taciturno entre las sábanas
en mis oídos
en mi pecho
en mi ser
Ahí estabas
con promesas leves
que no sirven,
con el furor en tus dedos
en tus labios
queriendo transformar
mi vida
en tu vida
Desgarrando mi corazón
dejando nuestros párvulos
encuentros de madrugada
impregnados en el tiempo
en el delirio de cada noche
que abraza tus ausencias
tus sombras
tu falta de candor
tus ojos sin amor
Tengo una soledad
tan desolada
que llora todo el insomnio
que mina mi existencia
con cada respiro,
que no resucitará
si no es un con beso
convertido en silencio
que acopla destinos equivocados
Decir que lo amaba
es una perogrullada,
decir que me advertiste
no me quieras
no me quieras
no me quieras,
y necia a tus pedidos
entregué mi corazón
que ahora ya no ama
que no queda nada
que refugia a orillas del mar
deseos indescifrables
que sepulta entre versos
mis gestos
mis silencios
mis besos,
lejos de tus ojos
de mentiras diseñadas
de huídas al alba
Srta. Kimberly Lucero Vilca Flores
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